Lo cierto es que los ultras están más desconcertados que Santiago Abascal un primero de mayo. Si supieran idiomas, habrían podido entender los demás discursos denunciando el genocidio en Gaza y en defensa de los derechos humanos y habrían dicho que la ONU es progre y está bajo el hechizo de Sánchez.

Vivimos el fracaso de la Universidad como servicio público. La causa no está solo en leyes neoliberales. También en haber cedido la gestión de las universidades a quienes trabajamos en ellas, sin introducir adecuados mecanismos externos de control. Si usted ha notado cómo en la última década proliferan las universidades privadas y cómo cada vez más familias tienen que endeudarse para poder dar a sus hijos la educación que antes proporcionaba de manera económica el Estado, sepa que es culpa de nuestros gobernantes, pero también de los profesores

Francisco Pardo, director de la Policía Nacional, pone los puntos sobre las íes al discurso xenófobo.

Ya sabíamos que los aficionados canadienses al hockey no estaban contentos con sus vecinos estadounidenses, y ahora parece que los aficionados de los Raptors de Toronto sienten lo mismo. Fue una tendencia creciente durante este fin de semana ver el himno estadounidense obtener una reacción tan negativa en eventos deportivos en Canadá.

Aznar no recuerda haber puesto un diputado del PP al frente de RTVE.