¿Por qué, entonces, mi muro de redes sociales sigue mostrando a palestinos celebrando abiertamente su victoria? ¿Por qué los niños de Gaza, aunque demacrados y exhaustos por la hambruna, siguen bailando la tradicional debka? ¿Por qué Maria Hannoun, de 5 años y una de las muchas personas influyentes de Gaza, sigue recitando poesía de Mahmoud Darwish y enviando mensajes apasionados al presidente estadounidense Donald Trump de que Gaza jamás será derrotada?