El arresto se produjo tras una minuciosa investigación, tras detectarse un inusual aumento de quejas de usuarios que habían sido dirigidos al aparentemente legítimo panetone atraídos por su aspecto.
España arrastra desde hace décadas un atasco judicial que acumula cientos de causas pendientes y tiene unos plazos que en ocasiones superan los dos o tres años de espera. Y todo a causa de la necesidad “absurda” de tener que aportar y valorar distintas pruebas y testimonios.