Hacer inhabitable el planeta y acabar definitivamente con la existencia de muchas especies, incluida la humana, dejará de salir gratis y tendrá importantes consecuencias económicas para las corporaciones. Este es el principal pacto al que se ha llegado en la última cumbre del clima, la COP30, celebrada en Brasil y clausurada ayer domingo. “Hay motivos para el optimismo: cuando se carguen el planeta [todas esas corporaciones y multinacionales] tendrán que pagar”, explica a El Mundo Today la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.