Hace 3 años | Por hacesueño a eldiario.es
Publicado hace 3 años por hacesueño a eldiario.es

Descubridora del radio y el polonio, la científica polaca tuvo que trabajar duro para poder estudiar en la Sorbona. A su llegada a París, renunció a la distraída vida que le ofrecía su hermana y se dedicó en cuerpo y alma a la investigación. Una mirada fría. Una mirada, la de Maria Salomea Sklodowska, que endurecieron sus jornadas larguísimas como institutriz y que terminó por consumarse con su llegada a París, donde se sometió deliberadamente a unas condiciones de vida espartanas sin las que no habría podido avanzar al ritmo que quería.