ADN antiguo ha reescrito la historia japonesa primitiva al subrayar que la población nipona de hoy tiene un origen genético triple, afinando la ascendencia genómica dual aceptada previamente. Doce genomas japoneses antiguos secuenciados muestran que las poblaciones actuales presentan las firmas genéticas de los primeros cazadores-recolectores indígenas Jomon y de los agricultores inmigrantes Yayoi, pero también añaden un tercer componente vinculado a los pueblos Kofun, cuya cultura se extendió en Japón entre los siglos III y VII.

Es lo que descubrió un experimento CRISPR que ganó el concurso Genes in Space 6. El daño o la rotura del ADN pueden significar la posibilidad de enfermedades degenerativas, pero el hecho de que también se pueda reparar por sí mismo en microgravedad tiene enormes implicaciones para los tratamientos médicos. El experimento rompió el ADN de un hongo común, dirigió el método de reparación y secuenció el ADN reparado para determinar si la orden original había sido restaurada. Esto amplía el estudio de la biología molecular en la