"El black metal algo se vende, pero muy poco. Nada que ver con el auge que vivió, sobre todo cuando Dimmu Borgir explotó, acompañado del death sueco melódico tipo In Flames o Dark Tranquillity. En esa época era accesible para cualquier heavy, y si además lo sacaba un sello grande, la moda estaba garantizada. Las discográficas estudian las tendencias y apuestan por lo que creen que va a pegar. Y lo que ponen en los estantes de las tiendas, eso es lo que la gente va a escuchar. Los que sabemos lo que queremos somos un sector reducido. El resto...
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