Señor juez (Javier Krahe)

"Radiante de salud, en la flor de la edad me va muy bien en todo con la salvedad de un hastío tan persistente. Que vivir para mí es de una insipidez, que me estomaga y me conduce, señor Juez, a salirme por la tangente." (Javier Krahe)

Me gustaría en esta entrada homenajear, en la medida de lo posible, al recientemente fallecido cantautor Javier Krahe. Maestro de la sátira y socialmente comprometido supo hacernos ver durante toda su carrera el absurdo de la vida de una manera artística a la par que sarcástica: ciertamente la vida no se merece mucho más que ser tomada como una trágica broma (quizás de muy mal gusto), y Javier supo transmitir con su música esta ridícula realidad.

Son muchas las obras que merecen ser nombradas pero voy a dejaros con la que es, en mi opinión, uno de sus trabajos más claros en este sentido del que os hablo: "Señor juez", la carta de suicidio más original e ingeniosa que quizás se haya escrito. Una carta en la que un suicida le cuenta al juez las razones de su trágico acto final. Una person a la que le va muy bien en todo pero que ve insípida la vida y sus quehaceres. Finalmente se observa cómo el juez, insensible a lo que la carta le cuenta (quizás inmerso en el aburrimiento de su propia vida) despacha al ujier la misma de manera indiferente y con mal humor cuando detecta en ella una falta de ortografía. El juez (el que juzga, que en la vida diaria somos todos) no ha entendido nada del profundo mensaje del suicida.

Cada vez que escucho esta canción no puedo evitar recordar las palabras que Schopenhauer nos dejó respecto del hastío:

"Lo que ocupa a todos los vivos y los tiene sin aliento, es la necesidad de asegurar la existencia. Una vez hecho esto, ya no se sabe que hacer. Por eso, el segundo esfuerzo de los hombres es aligerar la carga de la vida, hacerla insensible, matar el tiempo; es decir, huir del hastío. Una vez liberados de toda miseria material y moral, una vez que han soltado de la espalda cualquiera otra carga, los vemos convertirse ellos mismos en su propia carga y considerar como una ganancia toda hora que consiguen pasar, aun cuando en el fondo esa hora se reste de una existencia que con tanto celo se esfuerzan en prolongar.[...] La vida del hombre oscila como un péndulo entre el dolor y el hastío. Tales son, en realidad, sus dos últimos elementos."

Y para todos aquellos a los que la anterior canción les haya llamado la atención, os dejo a continuación otro memorable ejemplo del gran trabajo de Javier Krahe: "El cromosoma".