Desde hace más de un año y medio, Sudán se desangra en una guerra que enfrenta al ejército regular, las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido y diversos grupos armados. Este conflicto ha provocado, junto con Palestina, la mayor crisis humanitaria del mundo. La violencia no solo continúa, sino que se intensifica, alimentada por injerencias extranjeras que exacerban el sufrimiento de una población atrapada entre balas, bombardeos y un sistema estatal colapsado. La guerra se concentra en tres frentes principales: Jartum, Gezira y Darfur Norte.