El mundo se enfrenta a un colapso económico a cámara lenta por la escasez de recursos, alto endeudamiento, creciente complejidad y nivel de vida inasequible para muchos. Se anima a practicar la gratitud, evitar conflictos directos, prever complejidad cada vez menor y menos bienes disponibles, y centrarse en el presente más que en expectativas pasadas o futuras. Entre los consejos prácticas figuran vivir en grupo, evitar endeudarse por estudios superiores, ser flexible al elegir carrera, priorizar la salud personal y cultivar modestos huertos.