En la fila de arriba, una palmera de chocolate, snacks de los que manchan los dedos y patatas que prometen saber a jamón dos veces. Circuló el bulo de que Europa las iba a prohibir, pero la restricción se limitó a ciertos aditivos de aroma ahumado, por lo que ahí siguen con todas las de la ley. Bajando la vista un poco más, gominolas de toda clase y condición. La siguiente hilera, productos de fumadores de todo tipo para fumadores de todo tipo. Y chicles, que parecen estratégicamente ubicados como paliativo al mal aliento.