Hace 6 años | Por laurabpazo a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por laurabpazo a yorokobu.es

Mientras millones de niños de todo el mundo juegan en línea, otros muchos sufren los efectos de una enfermedad que envenena su sangre. ¿Por qué no destinar parte del tiempo dedicado a los videojuegos para ayudar a diagnosticar la malaria?
Fue en la mente de Miguel Luengo donde ambas realidades, en apariencia tan distintas, se aunaron. El científico «antidisciplinar», como él mismo se denomina, pensó entonces en cambiar a los héroes y villanos de los videojuegos convencionales por parásitos de la malaria. Fue entonces cuando nació MalariaSpot.