En pocas ocasiones se dieron condiciones tan favorables para la democratización de la creatividad en el mundo de los videojuegos como en los años ochenta. Fue entonces cuando llegaron a nuestras casas unos pequeños microordenadores a un coste asequible que nuestros padres nos compraban sin conocer sus posibilidades, los primeros videojuegos electrónicos. Y con los ojos de hoy, esos videojuegos de los 80 eran lo peor para las mentes adolescentes. Así hemos salido :-).
Comentarios
Ay omá, como estaba la de la portada del Toi Acid Game.
Eso eran gráficos y no los del RDR2