Después de vender mi empresa a una gran consultora, lo que viví no fue sólo una transición profesional. Fue una montaña rusa emocional marcada por inseguridades, noches sin dormir y la incómoda sensación de no reconocer mi nuevo yo. En este artículo comparto mi experiencia personal y cómo, paso a paso, logré encontrar mi espacio, delegar responsabilidad y reconectar con ese propósito que me define como fundador. Una guía honesta para emprendedores que se enfrentan a la integración post-exit.
|
etiquetas: liderazgo , estrategia , vender , consultoría , síndrome-del-impostor