Él era oficial de Policía y ella tenía un salón de manicura. Tenían una hija de 4 años y toda la vida por delante. Jeferson Luiz Sagaz y Ana Carolina Silva, murieron en circunstancias extrañas en la bañera de un motel borrachos y drogados con cocaína. La noche después de celebrar el cumpleaños de su hija. El agua en la bañera había alcanzado los 50 grados y el radiador de la habitación también estaba alto de temperatura, por lo que la policía ratifico su teoría del golpe de calor.