Uno de los datos más preocupantes es el fuerte aumento de los mensajes deshumanizantes hacia las personas migrantes, que alcanzaron el 69% del total. Se advierte riesgo de normalización en el ámbito digital, fomentando la polarización y deteriorando la convivencia social. Los mensajes que incitan directamente a la expulsión de personas migrantes se mantuvieron prácticamente estables. La inseguridad ciudadana fue el ámbito que concentró un mayor volumen de discurso de odio, con el 74% del total. El ámbito económico representó un 12%.