“Tienes que calmarte”, “hazlo como te digo”, “no hagas eso, está mal”… Si al escuchar estas frases te enfadas o te irritas, porque odias que te digan qué tienes que hacer, es momento de reevaluar tu comportamiento. Reaccionar de forma negativa a las órdenes y consejos que otras personas te dan con buenas intenciones puede deberse a experiencias pasadas, rasgos de personalidad o incluso por la forma como te hablan.