Las redes sociales se han llenado en los últimos días de imágenes de atardeceres rojizos y anaranjados con cierta neblina que, unido al aumento de las temperaturas, han hecho pensar que era efecto de la calima. Lo cierto es que el origen tiene que ver con otro evento. El humo procedente de los incendios forestales en las provincias canadienses de Manitoba y Saskatchewan se ha propagado a través del Atlántico, llegando a Europa en los últimos días. Los pronósticos indican un mayor transporte de humo esta semana.