Madrugaba el Conde Olinos
mañanita de San Juan
a dar agua a su caballo
a la orillita del mar.
Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar.
Desde las torres mas altas
la reina le oyó cantar.
—Mira hija como canta
la sirena de la mar.
—No es la sirena, madre,
ni menos es su cantar,
que es la voz del conde Olinos
que por mí penando está.
—Si es la voz del conde Olinos,
yo le mandaré matar,
que para casar contigo
le falta sangre real.
—No le mande matar, madre,
que si al conde Olinos mata
a mí la muerte me da—.
La infantita con gran pena,
no cesaba de llorar.
El murió a la medianoche
y ella a los gallos cantar.
Comentarios
Este y el de "Que por mayo era por mayo cuando..." se me quedaron grabados. Cosa del ritmo y la sonoridad, estos romances son obra de múltiples autores y se fueron puliendo con el tiempo.
#4 Gracias compi, no había leído/escuchado "El romance del prisionero", muy bonita, en esta página viene hasta cantada.
https://www.poesi.as/indx0001-n01.htm
#5
En esta poesía siempre me ha parecido que el chiquito este pasaba por ahí simplemente ajeno a toda clase de sentimientos que despertaba en los demás.
#1 Nunca lo había enfocado así y ya me ha picado la curiosidad, toca buscar.
¿Desde cuando los caballos beben agua salada? Esa incongruencia en el testigo demuestra que en realidad es el autor de la poesía el que lo asesinó y todo es un elaborado montaje para descargar las culpas en otros apoyándose en el natural recelo que despierta la institución monárquica.
Caso resuelto.
De nada.