Desde el 7 de octubre de 2023, Israel intensificó su violencia en la Cisjordania ocupada, matando a 1.000 palestinos. Colonos de asentamientos ilegales lanzan repentinas y violentas incursiones en ciudades, quemando propiedades, atacando a gente e intentando echarla de sus casas. Fuerzas de seguridad rodean y asaltan campos de refugiados sin descanso, expulsando a más personas de sus hogares sin permitirles regresar. Muchos colonos reciben armas semiautomáticas y se «integran» en fuerzas israelíes para compensar los soldados desplazados a Gaza.