En Valencia, décadas de especulación inmobiliaria, recortes en infraestructuras públicas y urbanización sin control han creado un entorno incapaz de hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos. Estas condiciones magnifican el daño y profundizan las desigualdades sociales existentes. Después de la catástrofe, se espera que el acceso a las hipotecas en las zonas afectadas se endurezca, a medida que los bancos trasladan el riesgo climático a los prestatarios en forma de primas más altas.
|
etiquetas: valencia , inundaciones , especulación , desastre ambiental