Hace 7 años | Por --521537-- a es.gizmodo.com
Publicado hace 7 años por --521537-- a es.gizmodo.com

Hasta el año 1939, momento en el que Adolf Butenandt y Leopold Ruzickam lograron el premio Nobel de Química por sus trabajos sobre las hormonas sexuales (llegando a aislar la testosterona), la búsqueda de la fuerza, de la eterna juventud o de la misma vitalidad sexual había pasado por investigaciones tan marcianas como la ingesta del pene de un rinoceronte, el de una foca o el trabajo del doctor Brown: nada menos que extracto de testículos del perro. ¿Había conseguido el elixir de la vida?

Comentarios

D

Lo increíble es que el efecto placebo realmente parece funcionar. Todo esta en el poder de la mente!🐕