Hola, soy una ilustradora residente en Moscú a la que le encanta dibujar cómics con gatos personificados. Pero esta vez, la historia no es sobre los gatos.
La historia de hoy es sobre mi amada perra, y cómo la sacamos del refugio para criarla y convertirla en la perra alegre y amigable que es hoy.
Comentarios
el primer día de mi perra en casa tras sacarla de la perrera se cagó en el salón y la pillé temerosa comiéndose la mierda para evitar que la descubrieran. No sabía si enfadarme o reirme, lo que es seguro es que me dio mucha pena del miedo que tenía
#5 Los perros no se comen las heces para evitar que los descubran
#7 es la única vez que lo ha hecho. Conozco el caso de otro perro que cuando se caga en casa intenta comerse su propia mierda, pero fuera nunca lo hacen ¿por qué sugieres que un perro se podría comer su propia mierda?
#8 Hay un montón de estudios sobre la coprofagia y nunca ninguno ha llegado a resultados concluyentes, pero lo que nunca se ha sugerido es la inteligencia necesaria como para "ocultar pruebas".
#10 si no son concluyentes ¿por qué sacas una conclusión?
#11 Lo que quiero decir es que se han propuesto múltiples causas (problemas metabólicos, deficiencias en la alimentación,...) pero todas han sido desechadas. Ahora el consenso es una mezcla de aburrimiento, afán exploratorio y olor apetecible; por eso es más común en cachorros que en adultos.
#9 Se sabe si el comprador hace los deberes. Yo visité al criador varias veces, vi a los padres de mi perra, el entorno, etc...
#0 ¿10 cosas que realizamos? Menuda traducción literal que te acabas de pegar
#1 Ha sido deepl... un desastre, sí
Ya no puedo editarlo, me temo.
#1 #2
Arrepentirnos por no haber adoptado mejor un pingüino. #pingüinoDay
En mi caso, es varios gritones de órdenes de magnitud más asustadiza la perra que compramos que la que adoptamos (y son de la misma raza). Y la asustadiza no mejora con los años, al contrario, cada vez tiene más miedo de todo.
#6 nunca se sabe el trato que ha recibido un perro comprado. No me extrañaría que sea igual o peor que en la perrera