¿Pero qué pasa si no se retiran? ¿Ha perdido por completo su sentido de autoconservación? Luego tendrás que alcanzar un grupo de objetivos en varios países para hacer que aquellos que han perdido la cabeza vuelvan a la normalidad. Ésta es una elección moralmente terrible: utilizamos el arma de Dios, condenándonos a graves pérdidas espirituales. Pero si no se hace esto, no sólo Rusia puede perecer, sino que, muy probablemente, toda la civilización humana terminará.
|
etiquetas: sergey karaganov , nucleares , dios , rusia