"El Gran Imán, sorprendido al despertar en el Infierno cristiano, admite entre llamas: ‘Tenían razón los curas, la Trinidad era real’".

Ahora visualiza el estallido de ofendiditos, las embajadas ardiendo, las condenas diplomáticas, los hashtags tipo #IslamofobiaEstructural, y a la ONU convocando sesión urgente mientras algún periodista de la SER dice entre lágrimas que esto es "violencia simbólica".

Pero claro, como el blanco de la burla es el cristianismo (y encima el Papa, ese señor que no se ofende aunque le escupan en misa), entonces es sátira fina. El doble rasero es tan descarado que ya ni lo disimulan: si haces un chiste con Allah, te cancelan, te apedrean en Twitter y te dan clase de diversidad cultural en tu casa con fuego real.

Pero venga, que sigan dándose palmadas en la espalda por su valentía... justo con quienes no responden con una fatwa. Muy rebeldes todos.