”¡Sylwia, tu móvil está sonando otra vez! ¡Debe ser tu marido!”, gritó uno de los investigadores a Sylwia Kurzyńska, del Museo Arqueológico de Gdansk. ”¡Dile que no puedo ahora mismo! ¡Estoy en la tumba!”, fue la escueta respuesta.
Espero que el buen hombre encontrase un mensaje más adecuado que "tu mujer no se puede poner, está en la tumba"
Espero que el buen hombre encontrase un mensaje más adecuado que "tu mujer no se puede poner, está en la tumba"