Ese es mi norte. Pero hoy voy a saltármelo. Llevo muchos años en la docencia y he trabajado en contextos diversos, también en Cataluña. Durante los años que ejercí allí, percibí una mayor exigencia académica en algunos aspectos: el mes de junio, por ejemplo, solía culminar con exposiciones orales ante un pequeño tribunal de profesores, en las que los alumnos presentaban proyectos elaborados en grupo.