Acaba de cumplir 80 años pero sigue siendo incombustible. Rechazó más de un millón de dólares por actuar en el Mundial de Qatar –«no está bien ir»– y sigue sin renunciar a cantar letras escritas mucho antes del
#Metoo... «porque no hay nada que me incomode cantar». Ni contar, como dejó claro en su autobiografía, en la que llegó a confesar que «tomaba cocaína por vía anal para proteger la voz».