El suceso ocurrió este sábado cuando el varón se dirigió a la tumba de su progenitora, fallecida esta semana, donde comenzó a gritar que se la habían llevado de su casa sin su permiso, según publica la prensa regional. A continuación, procedió a quitar las flores de la tumba, retiró la lápida que dejó en el suelo, rompió el tabique de ladrillo antes de extraer el ataúd y arrastrarlo hasta su coche, en el que colocó el féretro y, posteriormente viajó a su domicilio a unos 3 kilómetros.
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