Durante los primeros siglos del cristianismo el uso del cilicio, como una forma de penitencia y como una ayuda para el usuario en la resistencia a las tentaciones de la carne, se hizo muy común, no sólo entre los ascetas y los que aspiraban a una vida de perfección , pero incluso entre los laicos ordinarios, que hacían servir como un antídoto a la comodidad aparente de sus vidas. Nuestros cilicios, mantillas y otros artículos están disponibles para el envío en todo el mundo en un paquete discreto.