En marzo de 2011, las primeras víctimas del desastre nuclear de Fukushima fueron marineros estadounidenses que habían ido a prestar ayuda. Cuenta información sobre las pruebas nucleares de EEUU en el Pacífico durante la guerra fría que afectó a más fauna, gente y zonas de las que autoridades tanto niponas como norteamericanas declararon y que ocultaron a la población.