La Gran Vía no se libró de los atascos en su primer día de cortes al tráfico. Sólo que en esta ocasión, los embotellamientos no estaban en la calzada, sino en las aceras. Decenas de miles de madrileños aprovecharon el domingo y la apertura del comercio para visitar la almendra central y acercarse a disfrutar del espectáculo: ver que el peatón mandaba, por un día, en una de las grandes arterias de la ciudad.
Comentarios
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Parece ser que ha recuperado su condición de Cañada pecuaria.
#2
joder la que lió C. en 2003