Hace 8 años | Por filosofo a vitonica.com
Publicado hace 8 años por filosofo a vitonica.com

Con las altas temperaturas no apetece demasiado usarla, pero es muy recomendable por la cantidad de beneficios que nos aporta. Muchos la consideran una tortura pero realmente no lo es. La sauna es el complemento perfecto a nuestro entrenamiento diario por muchas razones. El calor dilata los vasos capilares de la piel para mantener la presión sanguínea por el aumento de la temperatura, que se multiplica por dos, lo que hace que se incremente la circulación sanguínea en la superficie de la piel.

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Cómo tomar una sauna
Antes de tomar una sauna

Es muy recomendable tomarla después de un esfuerzo, por ejemplo, tras practicar deporte, pero se aconseja descansar entre 15 y 30 minutos antes, para que el cuerpo pueda reaccionar sin problemas al calor.
Si ha transcurrido mucho tiempo desde la última comida, se debe tomar un poco de pan o un dulce para que la sangre contenga glucosa.
Por higiene, deberá ducharse a fondo con agua templada antes de entrar y secarse, ya que la piel seca suda más. Al salir hay que secarse bien, de lo contrario se retiene sudor en la piel, irritándola y provocando, en última instancia, un eczema.
Las personas con pies fríos deben introducirlos en agua caliente durante 4-5 minutos antes (o después) de una sauna. Acelera la irrigación sanguínea y saca el calor hacia el exterior.

Dentro de la sauna

Es preferible no colocarse en el nivel inferior (sólo se consigue sobrecargar el corazón) sino en el banco intermedio o superior. Túmbese o siéntese con los pies sobre el asiento para que todo el cuerpo permanezca a la misma temperatura.
Cerciórese de que la temperatura de la sauna es adecuada (entre 80 y 90 grados centígrados) para que la piel alcance los 39-40 grados, mientras se mantiene el interior del cuerpo entre 38 y 38 grados y medio.
Lo normal es que a los 8-12 minutos el cuerpo sienta ya ganas de refrigerarse. Y en ese momento hay que salir, sin tomar en consideración si se ha transpirado lo suficiente o no. Las personas muy acostumbradas pueden permanecer hasta 15 minutos, pero se recomienda descansar después de ese periodo.
Antes de abandonar la cabina, siéntese con los pies colgando en el banco para que la circulación se adapte de nuevo a la posición vertical. Al incorporarse de forma súbita, la sangre puede acumularse y producir una especie de vértigo o síncope. Levántese pausadamente.

Después de la sauna

Al salir, es importante permanecer unos minutos (pocos, para no llegar a tiritar) fuera de la sauna (si se puede, al aire libre) para enfriar las vías respiratorias. Los pulmones necesitarán aire exterior.
Después, dúchese con agua fría (si la presión sanguínea es alta, que sea templada). Dirija el chorro desde las extremidades hacia el centro del cuerpo, en la dirección del corazón, para devolverle el ritmo.
Si todavía le queda tiempo -y ganas- un baño de inmersión en agua fría hará reaccionar a los vasos sanguíneos y aumentará la presión arterial.
Tomar un baño de sauna significa "calentarse" y "enfriarse", de forma alterna, por lo menos dos veces. Quien acabe de iniciarse en estas cuestiones no debería repetir más que una vez el ciclo calor-frío, mientras que los más experimentados ya pueden hacer una segunda, y hasta una tercera entrada en la sauna.
El enfriamiento adecuado después de la última "visita" deviene fundamental para no sudar después de vestirse y ahorrarse resfriados. Descansar tumbado 30 minutos también evitará un enfriamiento fuerte.

Lo que no hay que hacer

Entrar en la sauna con hambre, con el estómago lleno (deje que traanscurra como mínimo una hora desde la comida) o en estado de agotamiento. Puede sufrir un colapso.
Durante la sesión no beba líquidos, ya que no se produciría la desintoxicación corporal. Después, tome zumos de fruta diluidos en agua o simplemente agua mineral.
No realice ejercicios de gimnasia dentro de la cabina, ni le dé charlas a sus vecinos porque se "cargan" la respiración y la circulación.
No se frote el sudor. Sólo conseguirá provocarse picores.
No alargue nunca la sesión más de 15 minutos, ni realice más de tres "visitas".
No se duche después de la sauna con agua caliente. Tampoco debe colocarse envolturas para seguir sudando porque interfieren en el buen ritmo que se consigue con la sauna.



http://revista.consumer.es/web/es/20011001/miscelanea1/27401.php