
Se encontraban una serie de muchachos jóvenes, y otros no tan jóvenes, encerrados y encadenados en una caverna desde su nacimiento, sin poder salir de ella jamás. El único contacto que tenían con el exterior era la proyección de unas sombras en una de las paredes al fondo de la caverna.
Detrás de ellos existía un muro que les impedía salir de aquel lugar, y tras el muro una hoguera que siempre se mantenía encendida. Por detrás del muro y delante de la hoguera circulaban medios de comunicación, políticos, lobbies de presión, grandes multinacionales, y hasta la presidenta de la comunidad autónoma en la que se ubicaba la caverna, portando objetos cuya sombra se veía en la pared del fondo debido a la luz de la hoguera.
Cubalitros y botellas, mascarillas por debajo de la nariz, coches deportivos, toreros y futbolistas, la última colección de bragas de Paquita's Secret, y otros artículos de moda eran proyectados para los cautivos, y aquella era la realidad que percibían, sin tener ninguna noticia de lo que realmente ocurría en el exterior.
Un buen día, uno de los cautivos consiguió escapar y salir de la caverna. Cuando sus ojos pudieron adaptarse a la luz del sol pudo ver que en el exterior de la cueva existían otras cosas que hasta aquel momento le habían sido desconocidas. La filosofía, el deporte, la ética, la justicia, el reparto equitativo de la riqueza y del trabajo… Conceptos que no conocía y que jamás había sospechado que existiesen y por los que se sintió interesado y atraído.
Por ello, volvió a la cueva sin ser visto, porque pensó que debía liberar a sus compañeros de la cautividad, y contarles todas aquellas cosas que había descubierto, ya que pensó que vivir dentro de aquella caverna no era una verdadera vida, y que con ello les ayudaría. Pero grande fue su sorpresa cuando, tras entrar y contar a sus antiguos compañeros todo aquello que había visto con sus propios ojos, fue tachado de comunista. Al sentir que la realidad que siempre habían percibido y en la que creían estaba siendo violada por el relato del fugitivo se enfadaron mucho con él, y quisieron matarlo.
Eso es lo que más les jodió… que la fe ciega que profesaban fuese puesta en entredicho.
Hacia bien tiempo que no escribia un artículo, pero por motivos que no me quedan muy claros, ayer por la noche, me acordé de una historia, y... que coño, armado unicamente con la wikipedia bajo el brazo vengo a contarosla citando textualmente porque... soy un puto vago
"Fritz Thyssen nace en Mülheim en la región del Ruhr. Su padre, August Thyssen (1842-1926), era cabeza de las Empresas Thyssen de minería y de acería, que habían sido fundadas por su padre Friedrich Thyssen y tenían su base en la ciudad de Duisburgo.
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Fritz Thyssen fue un político conservador y un nacionalista alemán. En 1923, cuando Francia y Bélgica ocuparon la cuenca del Ruhr como castigo por el impago por parte de Alemania de las sanciones dispuestas en el Tratado de Versalles, se unió a la resistencia nacionalista, liderando a los empresarios de la metalurgia en el rechazo a cooperar en la producción de carbón acero para ellos. Como consecuencia fue arrestado y encarcelado, lo que le convirtió en un héroe nacional. A lo largo de los años veinte, las empresas de Thyssen continuaron su expansión. Thyssen tomó el control de las empresas de su padre a su muerte en 1926 y en 1928 creó la Vereinigte Stahlwerke AG, llegando a controlar más del 75 % de las reservas de acero de Alemania, dando empleo a más de 200 000 personas. Thyssen jugó un papel destacado en la vida empresarial alemana, como jefe de la asociación de industrias del acero y la asociación alemana de industrias, siendo miembro del banco central (Reichsbank)
En 1923, Thyssen se reunió con el antiguo General Erich Ludendorff, el cual le recomendó asistir a un discurso de Adolf Hitler, líder del partido "nazi". Thyssen quedó impresionado por Hitler y su drástica oposición al Tratado de Versalles, tras lo cual comenzó a realizar importantes donaciones de dinero al partido, incluyendo 100 000 marcos oro en 1923 para Ludendorff. En este aspecto se diferenció del resto de empresarios, en su mayoría conservadores que miraban a los nazis con sospechas. Investigaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial descubrieron que Thyssen había donado 650 000 marcos a los partidos de la derecha, principalmente a los nazis, a pesar de que el propio Thyssen declaraba haber donado 1 millón de marcos al partido nazi. Thyssen permaneció como miembro del Partido Popular Alemán hasta 1932, año en el cual se afilió al partido nazi.
En noviembre de 1932, Thyssen y Hjalmar Schacht fueron los principales organizadores de una carta al presidente Paul von Hindenburg instándolo a que nombrara canciller a Hitler. Thyssen también convenció a la Asociación de Industriales Alemanes para que donasen 3 millones de marcos al partido nazi en las elecciones de marzo de 1933. En compensación, fue elegido miembro del gobierno y formó parte del Consejo de Estado de Prusia (en ambos casos de forma meramente honoraria).
Con las Machtergreifung (toma del poder nazi), sin embargo, Thyssen comenzó a tener dudas. Aunque aplaudió la supresión del Partido Comunista de Alemania, el Socialdemócrata y los gremios, se molestó por la extrema violencia de las tropas de asalto del Partido Nazi SA. En 1934 fue uno de los líderes empresariales en persuadir a Hitler en suprimir las SA, que habían comandado la "noche de los cuchillos largos". Thyssen se horrorizó con los asesinatos simultáneos de varias figuras conservadoras esa noche, entre otros de Kurt von Schleicher.
Thyssen acepta la exclusión de los judíos de la vida empresarial y profesional de los nazis, y despide a sus propios empleados judíos, pero no comparte la violencia antisemita de Hitler. Como católico, también objetó la represión creciente sobre la Iglesia católica, con quienes se buscó la paz después de 1935: en 1937 envía una carta a Hitler, protestando la persecución de cristianos en Alemania.[1] El punto de quiebre para Thyssen fue el violento pogrom contra los judíos en noviembre de 1938 conocida con la Kristallnacht (Noche de los cristales rotos), que causó su renuncia al Consejo de Estado. Hacia 1939 fue duramente crítico con las políticas económicas del régimen, que se subordinaron al rearmamento en preparación a la guerra.[2]
El 1 de septiembre de 1939 se produce la invasión alemana de Polonia de 1939. Thyssen envía a Hermann Göring un telegrama señalando su oposición a la guerra, y rápidamente se exilia a Suiza con su familia. Es expulsado del "Partido Nazi" y de la Reichstag, y su empresa es nacionalizada. En 1940 Thyssen busca refugio y se muda a Francia, comenzando los trámites migratorios a Argentina, pero es capturado por los nazis durante la ocupación de Francia mientras visitaba a su madre enferma en Bélgica. Es arrestado por la Francia de Vichy y llevado a Alemania, donde es confinado, primero en un Sanatorio cerca de Berlín, y desde 1943 en el campo de concentración de Sachsenhausen. Su mujer Amelie en vez de escapar a Argentina, se une a su esposo y pasan toda la guerra en el campo de concentración juntos. En febrero de 1945 es enviado al campo de concentración de Dachau. Es comparativamente bien tratado y transferido al Tirol (Austria) a fines de abril de 1945 junto con otros prominentes personajes, donde la SS deja a los prisioneros allí. Es liberado por el Quinto Cuerpo del Ejército de EE. UU. el 5 de mayo de 1945.[
Mientras Thyssen estaba prisionero de los alemanes, se publica una "autobiografía" publicada en EE. UU. en 1941 bajo el título I Paid Hitler (Yo pagué a Hitler). El libro es escrito por el periodista Emery Reves, basado parcialmente en memorias dictadas por Thyssen, aunque conteniendo mucho material inventado o exagerado por Reves. Después de la guerra Thyssen disputa la autenticidad de tal texto, y esto fue tomado favorablemente por el tribunal de postguerra de desnazificación.
Thyssen aceptó responsabilidades por los malos tratos ejercidos por sus compañías contra los judíos en los años 30, aunque se negó a involucrarse en el empleo de esclavos durante la guerra. Thyssen dispuso pagar 500 000 marcos como compensación a los afectados de sus acciones. En enero de 1950 migra con su esposa a Buenos Aires, donde fallece al año siguiente. Thyssen fue sepultado en el mausoleo familiar en Mülheim.[4]
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es.wikipedia.org/wiki/Fritz_Thyssen
¿Y esto a que viene? Pues por aquello de quien no conoce la historia... está conedenado a repetirla.
Y ahora sin venir mucho a cuento, y sin absolutamente ningun sentido... pondré una foto al azar
menéame