Hace 9 años | Por --457369-- a mujerpalabra.net
Publicado hace 9 años por --457369-- a mujerpalabra.net

El término 'sonoridad' y derivados, como en "Saludos sororos", "En sonoridad", hace alusión específica a la solidaridad entre mujeres en el contexto patriarcal, es decir, en el contexto de un sistema social que no parte de la consideración de que todas las personas tienen un cerebro y una mente humanas (consideración comprendida por más gente en el siglo 20 que, aplicada a la organización social, daría lugar a sociedades no patriarcales), sino que parte de la falacia biologicista patriarcal, por la que se justifica organizar...

Comentarios

D

Un inciso: La sororidad no es un concepto feminista. No al menos más que el concepto de fraternidad.

La sororidad incluye por defecto el apoyo también a las mujeres machistas y patriarcales, por el simple hecho de ser mujeres, al tiempo que excluye por defecto a cualquier persona que no lo sea. En ese sentido no está dejando de aplicar la misma clase de discriminación que el patriarcado ha aplicado siempre.

Veréis, siendo niño una profesora me reprendió por ser demasiado mimoso (para un niño). La sororidad la incluye a ella como objeto de su protección, a pesar de oprimir con ideas patriarcales, al tiempo que me excluía a mi, a pesar de ser oprimido por ellos.

¿Por que se deja fuera al hombre machista de la sororidad? El motivo es obvio ¿no? Entonces ¿por que no se deja fuera también a la mujer machista? Ah... En ese caso cambiamos las reglas y decimos que a la mujer machista es el patriarcado quien la hizo así. ¿Pero acaso no hizo así también al hombre machista?

El patriarcado nos dice que el hombre es superior a la mujer, y que esta está en inferioridad, que es la víctima y la que sale perdiendo, mientras que el hombre es el privilegiado, y quien tiene el poder en su mano. Hemos aceptado esto como un hecho, cuando no es cierto.

Dejadme que os ponga un ejemplo del daño que el patriarcado hace a los hombres (a todos los hombres):
http://en.wikipedia.org/wiki/White_feather

"En agosto de 1914, en el inicio de la Primera Guerra Mundial, el almirante Charles Fitzgerald fundó la Orden de la pluma blanca con el apoyo de la destacada autora Humphrey Ward. La organización destinada avergonzar a los hombres para hacerles alistarse en el ejército británico, persuadiendo a las mujeres a darles una pluma blanca si no llevaban uniforme.

Esto fue apoyado por prominentes feministas y sufragistas de la época, como Emmeline Pankhurst y su hija Christabel. Además de la entrega de las plumas, también presionaron para instituir un servicio universal, involuntario, que incluía a los que carecían de votos por ser demasiado joven o no ser dueño de propiedad."

Usamos palabras como patriarcado, machismo, feminismo y sororidad que nos hacen creer que este sistema es creado por los hombres y que oprime a las muejres, pero eso no es cierto. Está defendido por todos (sin el apoyo de las mujeres no se podría educar a los niños en él) y nos hace daño a todos.

D

#1 Yo siempre he sostenido que con el machismo y el patriarcado perdemos tod@s, hombres y mujeres, porque a ambos nos inviste de unos roles y unos estereotipos que condicionan nuestro libre desarrollo personal, ahí es donde choco con algunas feministas que dicen que las mujeres deben liberarse solas. Me parece absurdo dejar de lado a hombres feministas. Igual que me parece absurdo victimizarme diciendo que los hombres no me valoran porque no voy mona, por poner un ejemplo.
Creo que las mujeres y hombres debemos emponderarnos desde nuestra individualidad, es decir, yo como la persona que soy, con nombre y apellidos, con mi historia vital y mis circunstancias, que tipo y modelo de persona, mujer, madre... quiero ser, y buscar las herramientas para lograrlo. No hay dos personas iguales. Intentar fomentar un modelo social en el que todas esas individualidades tengan cabida.

Esa "sororidad" me parece limitada y a la vez demasiado extensa. Limitada, por lo que comentas, me siento más cerca de muchos hombres que de algunas mujeres, incluso éstas feministas. Y extensa, por eso, por acercarme a mujeres, a las que no siento nada afín, ni me identifica con ellas.