La demanda de carbón en China se ha estabilizado y podría empezar a descender ligeramente antes de 2030, a medida que las renovables, la nuclear y el gas ganan terreno. Es, al mismo tiempo, el líder mundial indiscutible en el despliegue de energías renovables y el mayor consumidor de carbón del planeta. Entender esta contradicción es clave para comprender no solo la transición energética china, sino también el rumbo de la descarbonización global.