Decepción absoluta entre los españoles ante la ausencia de las tradicionales imágenes veraniegas de la familia Aznar-Botella en alguna cala ibicenca en las que año tras año se podía admirar al ex presidente del Gobierno en traje de baño y sin camiseta luciendo unos espectaculares abdominales, a lo espartano en las Termópilas, impropios para su edad, y abochornando de paso al gordito de su yerno Alejandro Agag y a su tripilla cervecera.