cultura y tecnología
5 meneos
573 clics

Hemos visitado el mercado de falsificaciones de Shenzhen: China está a otro nivel cuando se trata de copiar otros productos

Hoy Shenzhen es considerada el Silicon Valley chino. Es allí donde encontramos el HQ-Mart, el centro comercial de electrónica más grande de la ciudad y uno de los mercados de falsificaciones más espectaculares que hemos visto. Hay tiendas oficiales, lo cual es super curioso, porque basta con subir una o dos plantas para encontrarnos imitaciones y falsificaciones.

| etiquetas: falsificación , china
Hay paraísos fiscales al igual que paraísos de la falsificación. Es el mercado amigos que diría aquel.
#3 la lucha por la supervivencia. Ganar morir. Es una barbarie. Han cantado línea!
Tenemos que copiar la capacidad china de copiar a otros para poder copiar a los chinos. :-D
Hay tiendas oficiales o que al menos no venden falsificaciones, como una tienda de Huawei, una con productos de Harman y JBL, una tienda de Xiaomi y otra de DJI. Lo cual es super curioso, porque basta con subir una o dos plantas para encontrarnos lo que se puede ver en la imagen superior: imitaciones de los drones DJI.

A ver hijos míos, que eso no pasa en China solo. Yo he estado en un centro comercial en Filipinas donde en una planta tienes "los oficiales" y en la de al lado, las imitaciones y clones varios. Y las había muy buenas, por cierto.

Y años atrás en Brasil, había una especie de centros comerciales especializados en piraterías varias que harían sonrojarse al propio Barbanegra.
Trabajé para importadores Chinos. La calidad no es parte de su cultura y nos les interesa mantener clientes. Tampoco crean tecnologia, solo la copian.

Es el problema actual de los vehiculos electricos y es un problema cultural.
#4 Todo mal. Tomás parte por todo.
No necesitan "copiar". Un chino hace en una mesa un producto con la etiqueta oficial y otro chino, en la mesa de al lado, hace el mismo producto y le pone otra etiqueta para venderlo 100 veces más barato.
Eso sí que es otro nivel.
comentarios cerrados

menéame