En la antigüedad las heridas por flechas eran comunes en los campos de batalla, evidentemente. Por ello los cirujanos que acompañaban a las legiones romanas se enfrentaban al desafío de extraer puntas de flecha, sobre todo aquellas que tenían púas y que podían desgarrar los tejidos al ser retiradas. Según el enciclopedista romano Celso, que escribió en el siglo I d.C., en estos casos se usaba un instrumento especial: la Cuchara de Diocles, nombrada así en honor a Diocles de Caristo, un médico griego del siglo IV a.C.
|
etiquetas: historia , chuchara diocles , flechas , cirugía
Se ve claramente, la cuchara esa pasa por delante, envuelve las puntas laterales (si las hay) y enchancha la punta con el agujero ... luego sale relativamente fácil pero:
- El espacio de la chuchara es mayor que el abierto por la flecha ...
- Cuando la cuchara envuelva los picos ... seguramente desgarre el tejido.
- El médico no ve claramente por donde están los picos de la flecha (está clavada y todavía no llegó Marie Curie con su aparato de radiografía portátil)
Vamos, que dependiendo de donde te de, igual de deja manco, cojo, decapitado ....
Es que para sacar la flecha ... el chisme ese debe entrar más produndamente.