Para comenzar este cuento, hay que retroceder doscientos años. Lo que hoy es Argentina, era entonces un rejunte de tierras, intereses y voluntades con un nombre engañoso, u optimista, según cómo se lo vea: Las Provincias Unidas del Río de La Plata. La independencia era reciente y lo que siguió a ese primer gesto desvinculante no fue fácil: guerras civiles, un gobierno nacional, su disolución, anarquía, más batallas y el crecimiento desproporcionado de la Provincia de Buenos Aires en relación a las demás. Si de ahí iba a nacer un país, nacería i