El tatuaje arrasa por la única razón de que la gente va donde va Vicente. Un triunfo de la masa. Se pintan los cuerpos como si pertenecieran a los indios comanches. Se graban en la piel las mayores tonterías. Se agrede al cuerpo a costa de la salud. Se banaliza el arte. Se ensalza lo hortera. Se imita no se sabe qué, o se anuncia alguna excentricidad del alma. Pero el tatuaje arrasa por la única razón de que la gente va donde va Vicente. Un triunfo de la masa. Y una derrota de la inteligencia. Así nos va.
|
etiquetas: tatuajes , sumisión , masa , tatuaje , opinión , javier sádaba