Lo mejor era cuando ibas a comprar un tarro de café, leche o cualquier otra cosa y el cambio era tan pequeño que, en lugar de devolverte la peseta, el señor Juan te decía: "No tengo suelto, la vuelta va en caramelos, que van muy bien para los constipados… ¡o para tu padre, a ver si deja ya de fumar!"- Aquella forma de dar el cambio en caramelos no era exclusiva del señor Juan, era una costumbre muy extendida en kioscos y tiendas de barrio. A los niños nos encantaba, claro: salías de la compra con el pan bajo el brazo y un premio inesperado.
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etiquetas: caramelos , vueltas , eucalipto
Si una cosa aprendí de mi padre, que en paz descanse, es a quejarme, a tocar los cojones y a ser capaz de desquiciar hasta a un monje budista.
Si te los hubieses comido además de disfrutarlos habrías evitado la vergüenza y enseñado a tu padre que los trabajos se pagan.
Respondiendo también a #20, ese día no hubo pan pero nunca volví a tener cambio en formato caramelos.
Hoy en día ya no se ve porque es menos común pagar en dólares (hay menos disponibilidad), y cuando lo hacen a las tiendas les resulta bien devolverte bolívares transferidos a una cuenta porque lo pagarán a tasa oficial (bastante menor que la "real")
Lástima que nunca encontré ninguna