Fragmento: El canto del pájaro

El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo:

De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios:

 «Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo»

 A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir:

 «Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho»

 Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido.

 Mi única oración es la siguiente:

 «Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo»

 Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida. Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad. Casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo.

Anthony De Mello, El canto del pájaro