Sin embargo, pasar más de 20 años en un crucero sin pisar casi tierra firme tiene sus consecuencias, pues a lo largo de estos años ha ido desarrollando el síndrome conocido como mal de desembarque. Se trata de un trastorno neurológico poco común que provoca una sensación persistente de balanceo, oscilación o movimiento después de haber estado expuesto a un entorno con movimiento constante, como un crucero, un avión, un tren o incluso largos viajes en automóvil.
|
etiquetas: cruceros , vivir en un hotel , mal de desembarque
los mejores borrachos en Madrid
Todo lo que no sea salir de un centro comercial rodeado de agua. Qué horror de vida
O sea, que el secreto para vivir bien era irse a un crucero infinito... Y yo aquí jodido en tierra sin saberlo con la hipoteca, limpiando, trabajando...
Claro que sí, este señor que se permite pagar 100k anuales seguro que en tierra no se puede permitir un pisazo con un mayordomo que le saque la basura mientras él se emborracha.
¿poco común? Lo difícil es que no te pase.