Esperando a Godot (1953) es probablemente su obra más emblemática. En ella, Vladimir y Estragon, sus dos personajes centrales, esperan en un paraje desolado. (...) Sin embargo, al igual que la de Vladimir y Estragon, la espera por la AGI está cargada de incertidumbre y oscuridades. De expectativas y de timadores. Aunque los avances recientes en modelos de aprendizaje profundo han sido notables e incluso estremecedores, ahí sigue persistiendo como promesa la aparición de una máquina verdaderamente inteligente, e incluso consciente.
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