En el paraje de las Ramblas de Cieza, en el camino de Calasparra, nacía María Encarnación Buitrago Marín. Vio el mundo en noviembre de 1877 como recogió en Cieza durante el siglo XIX, el cronista e historiador, Ricardo Montes Bernárdez. Su padre llevaba un nombre ciezano por excelencia: Bartolomé, como el patrón de la villa, su madre se llamaba María. Bartolomé era jornalero, como casi todos en aquella Cieza...
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Solo puedes ser hombre o costilla.
Y diosito no se equivoca nunca.