“Desde que vi cómo se producía, dejé de consumirlo”. Esta es una frase que he escuchado muchas veces y que es una reacción habitual cuando alguien descubre en qué consiste la alimentación forzada para producir foie gras: durante dos semanas, a los patos se les alimenta a la fuerza introduciendo un tubo metálico de 30 centímetros por su esófago, obligándoles a ingerir hasta 2 kilos de maíz al día. Es como si nos forzaran a ingerir 12 kilos de comida al día.
|
etiquetas: crueldad , patos , tubo , foie gras , igualdad animal