En 1081, estando el Imperio Bizantino sumido en un caos sucesorio, Roberto Guiscardo, duque normando de Apulia-Calabria, quisó sacar provecho y emprendió su conquista. Para cubrir las apariencias, no la desarrollaba en su propio nombre sino en el de Miguel VII Ducas, emperador depuesto, sólo que éste se había retirado a un monasterio y quien acompañaba al invasor no era él sino un misterioso impostor que ha pasado a la posteridad como Pseudo-Miguel o Raiktor. La intervención fue efímera y el farsante desapareció de la Historia sin dejar rastro.
|
etiquetas: normando , imperio bizantino , impostor , monje