Eso dice la ciencia y eso es lo que pocas veces reconocen, aunque lo saben, quienes se muestran contrarios al castigo, porque dicen que no enseña a quien lo recibe a portarse bien. El castigo, efectivamente, no es para enseñar cómo comportarse a nadie, sino para eliminar conductas dañinas o disruptivas. El castigo siempre va acompañado y precedido de razonamientos, avisos, explicitación de límites, normas y consecuencias y, cuando esto no funciona, entonces se aplica, en el momento indicado, para corregir aquello que no se está corrigiendo.
|
etiquetas: castigos , sí funcionan , eliminar conductas , pedagogos , lo contrario