En una composición horizontal, favorecida por el propio formato del soporte, se plasma una llanura con un desnivel en el centro del terreno en el que junto a un bosque de palmeras se alza un aljibe para el riego de los cercanos frutales que se insinúan a la derecha. Entre este palmeral sobresalen cinco ejemplares que con sus altos tronco enlazan y funden las dos franjas horizontales en que está claramente dividido el paisaje estableciendo, con una contrastada paleta, la división tierra-cielo que en el horizonte se resuelve en una sutil y dorada
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