El análisis reveló que las secadoras domésticas emiten tanto fibras sintéticas (como poliéster o nailon) como naturales, entre ellas el algodón o la lana. Aunque las fibras naturales se degradan con mayor rapidez, ambas transportan sustancias químicas presentes en los tejidos, como colorantes, retardantes de llama o compuestos PFAS, que son persistentes y difíciles de eliminar del entorno.